En una conferencia celebrada con motivo de la exposición Oro y plata para la Madre de Dios las ponentes Maria José Escribano Nieto y Araceli Chacon Solis establecieron el origen oriental de la misma y su devoción ininterrumpida en el tiempo en el Colegio de Nuestra Señora de la Paz como una de las devociones basilianas.
Vincularon la llegada de la imagen al convento a la veneración popular al Padre Borrego, confirmaron la atribución a Alonso Gómez de Sandoval y anunciaron el descubrimiento de su donación al Venerable Padre por D Miguel Vicente Cebrian y Agustín, obispo de Córdoba